La provincia de Jaén está de luto por la pérdida de uno de sus más destacados líderes políticos, Leocadio Marín.
Exalcalde de Baeza, expresidente de la Diputación de Jaén, diputado del PSOE y miembro del Parlamento de Andalucía, Marín dejó un legado de servicio público y dedicación al desarrollo de su tierra natal.
Su fallecimiento, acaecido el 21 de mayo de 2024, ha generado una gran conmoción en la sociedad jiennense, que reconoce en él a un político comprometido con el bienestar de sus conciudadanos.
Trayectoria política
Leocadio Marín inició su andadura política como alcalde de Baeza, ciudad a la que dedicó gran parte de sus esfuerzos.
Durante su mandato, impulsó la revitalización del casco histórico de la localidad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y fomentó el turismo cultural como motor de desarrollo económico.
Su gestión al frente del consistorio baezano le valió el reconocimiento de sus vecinos y le catapultó a la presidencia de la Diputación de Jaén.
Como máximo responsable de la institución provincial, Marín se volcó en el impulso al turismo y la promoción de los atractivos naturales y culturales de Jaén.
Bajo su liderazgo, se pusieron en marcha iniciativas para potenciar el oleoturismo, el turismo de naturaleza y el turismo gastronómico, aprovechando la riqueza paisajística y la excelencia de productos como el aceite de oliva virgen extra.
Además, Marín apostó por la mejora de las infraestructuras y servicios públicos en los municipios jiennenses, con especial atención a las zonas rurales.
Impulsó la construcción y renovación de carreteras, la dotación de equipamientos educativos y sanitarios, y el fomento del empleo a través de planes de formación y apoyo al emprendimiento.
Compromiso social
Más allá de su labor institucional, Leocadio Marín destacó por su firme compromiso con la defensa de los derechos sociales y la igualdad.
Como diputado del PSOE en el Congreso y miembro del Parlamento de Andalucía, trabajó incansablemente por la mejora de las condiciones de vida de los colectivos más vulnerables, como las personas mayores, las mujeres víctimas de violencia de género y las familias en riesgo de exclusión social.
Marín fue un férreo defensor de la educación pública y la sanidad universal, pilares fundamentales del estado del bienestar.
Abogó por políticas que garantizaran la igualdad de oportunidades y la cohesión social, consciente de que el progreso de una sociedad se mide por el grado de protección que brinda a quienes más lo necesitan.
Homenajes y legado
Tras conocerse la triste noticia de su fallecimiento, las muestras de cariño y reconocimiento hacia Leocadio Marín no han cesado. Tanto las instituciones como la ciudadanía han querido rendir homenaje a un político cercano, dialogante y comprometido con el servicio público.
El Ayuntamiento de Baeza ha decretado tres días de luto oficial y ha anunciado que la casa consistorial llevará el nombre de Leocadio Marín en su memoria.
Por su parte, la Diputación de Jaén ha convocado un pleno extraordinario para honrar la figura de quien fuera su presidente y ha decidido crear una beca de estudios que llevará su nombre, destinada a jóvenes con talento y escasos recursos.
Más allá de los homenajes institucionales, el legado de Leocadio Marín perdurará en las numerosas iniciativas que impulsó a lo largo de su trayectoria.
La revitalización del casco histórico de Baeza, el impulso al turismo en la provincia de Jaén, la mejora de las infraestructuras y servicios públicos, y su incansable defensa de los derechos sociales y la igualdad son solo algunos de los aspectos en los que su huella será indeleble.
Conclusión
La pérdida de Leocadio Marín deja un vacío difícil de llenar en la política jiennense y andaluza. Su dedicación al servicio público, su cercanía con la ciudadanía y su firme compromiso con el progreso y la justicia social le convierten en un referente para las generaciones venideras.
Quienes tuvieron la oportunidad de conocerle y trabajar a su lado destacan su capacidad de liderazgo, su talante dialogante y su profunda humanidad. Marín entendió la política como una herramienta al servicio de las personas, y a ello dedicó su vida con pasión y entrega.
Hoy, Jaén llora la pérdida de uno de sus hijos más ilustres, pero al mismo tiempo celebra el legado que Leocadio Marín deja tras de sí.
Un legado de trabajo, compromiso y amor por su tierra que perdurará en la memoria colectiva de los jiennenses y servirá de inspiración para quienes recojan su testigo en la apasionante tarea de construir una sociedad más justa, próspera y solidaria.